Un músico esencial en la historia del grupo cuyo legado creativo permanece vivo
El guitarrista y teclista Perry Bamonte, figura clave en una de las etapas más queridas de The Cure, ha fallecido a los 65 años en su casa durante esta Navidad tras una enfermedad de evolución rápida.
La noticia, confirmada por la propia banda mediante un comunicado, ha conmocionado a seguidores y músicos que lo recuerdan como un creador imprescindible dentro del universo sonoro del grupo. En el mensaje publicado en su web oficial, sus compañeros lo describieron como un artista tranquilo, intuitivo, constante y profundamente creativo, cualidades que marcaron su manera de entender la música y su aportación al conjunto británico.
El grupo también trasladó su pésame a la familia y reconoció que echarán muchísimo de menos a quien consideraban una presencia cálida y decisiva en la historia de The Cure. Bamonte, que se alejó del proyecto durante casi dos décadas, volvió a unirse al grupo en 2022 para una extensa gira internacional que reunió a varias generaciones de seguidores.
Aquella serie de 90 conciertos concluyó en Londres, en noviembre de 2024, con un espectáculo titulado Show of a Lost World, que sirvió como homenaje al legado colectivo y al reencuentro emocional entre los integrantes históricos. Su muerte ha dejado un vacío profundo en un momento en el que su regreso había reavivado el cariño del público y el respeto de la crítica.
A lo largo de los años, Bamonte se convirtió en una pieza esencial para entender la evolución del sonido de The Cure durante la década de los noventa y los primeros años del nuevo milenio. Formó parte de una etapa especialmente prolífica y emocionalmente intensa, marcada por álbumes que consolidaron la identidad de la banda tras sus inicios más oscuros. Su capacidad para alternar la guitarra y los teclados le permitió ocupar un lugar versátil y creativo en un conjunto que siempre ha destacado por su experimentación y por una sensibilidad melancólica que conectó con un público diverso en todo el mundo.
La muerte de Perry Bamonte deja en la escena musical británica el recuerdo de un artista reservado pero fundamental, cuya aportación no se medía por declaraciones públicas ni gestos grandilocuentes, sino por una dedicación profunda y un talento capaz de transformar cada composición en un espacio emotivo.
The Cure, que lo ha despedido con una mezcla de tristeza y gratitud, subraya así la huella imborrable de un músico que supo acompañar a la banda en algunos de sus momentos más intensos y que, hasta el final, defendió una forma honesta y apasionada de entender la creación artística.
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