La verdadera historia de “Last Christmas” y la enseñanza que nos deja sobre las fiestas decembrinas.

En 1984 George Michael compuso en la habitación de su infancia, la canción navideña más triste de todos los tiempos. Era Navidad. Las luces llenaban el lugar, el ambiente se sentía cálido pese al frío y, para él, también era el momento perfecto para hacer el gesto más arriesgado de todos: declarar su amor y entregar su corazón.

Lo ofreció sin papel, sin moño y sin promesas exageradas. Lo dio tal cual era, convencido de que no había mejor fecha para hacerlo. Pero la magia duró poco. Apenas pasó un día y ese corazón fue rechazado, botado sin explicación, despreciado por quien no supo valorarlo. Nadie dijo nada. Nadie se disculpó.

Pasó un año.

Diciembre volvió a llegar con sus luces, sus recuerdos y esa herida que aún ardía cuando hacía frío. Esta vez, la persona ya no era la misma. Había aprendido o al menos quería hacerlo. Así que, armado de valor, regresó al mismo lugar donde una vez fue herido, ahora de la mano de alguien más: una persona especial, capaz de cuidar un corazón que todavía se sentía frágil.

Y ahí, entre sintetizadores y coros suaves, algo vuelve a romperse, algo que no se arregla con luces de colores ni chocolates.

Esa es la historia detrás de “Last Christmas”, el icónico himno navideño que suena alegre, pero que en el fondo habla más de desamor, decepción y heridas que no terminan de cerrar, que del espíritu festivo.

‘Last Christmas’: Mucho más que una canción de desamor
George Michael escribió la canción cuando tenía apenas 21 años, en casa de sus padres, tocando casi todos los instrumentos él mismo. Nunca confirmó a quién iba dirigida, pero tampoco hizo falta. «Last Christmas» conecta con cualquiera que haya amado y no haya sido correspondido.

Y quizá por eso sigue resonando tanto cada diciembre.

Las fiestas decembrinas suelen presentarse como una época de amor, unión y felicidad absoluta. Sin embargo, no todos viven estas fechas desde el mismo lugar emocional.

¿Por qué nos sentimos tristes en Navidad?
Es normal que nuestras emociones se intensifiquen durante las fechas decembrinas, una época en la que las reuniones familiares, los mensajes de amor y la felicidad parecen estar en todas partes.

Aunque pueda parecer contradictorio, justamente ese ambiente es lo que puede provocar que algunas personas se sientan más tristes, solas o decepcionadas.

Al ver a quienes nos rodean proyectando una felicidad constante, las emociones negativas o las situaciones difíciles que estamos atravesando pueden amplificarse y sentirse más pesadas de lo que realmente son.

De acuerdo con estudios sobre bienestar emocional y comparación social, como los publicados en The British Medical Journal (BMJ, 2019), las festividades pueden intensificar sentimientos de tristeza, soledad o decepción, especialmente cuando existe una presión cultural por “ser feliz”.

La teoría de la comparación social, desarrollada por el psicólogo Leon Festinger, explica que al ver a otros proyectando felicidad constante, nuestras propias dificultades pueden sentirse más grandes. Entre más ruido hay afuera, más se nota el silencio interior.

Por eso Last Christmas no es solo una canción pegajosa que regresa cada año: es un recordatorio de que también puedes llegar a sentirte triste en Navidad y es normal.

No pasa nada si no conectas con la euforia colectiva, puedes hacer esto para pasar estas fechas más a gusto:

Permítete sentir, apapáchate y valida tus emociones.
Planea una rutina que te ayude a mantenerte ocupado o en calma durante estos días
Evita aislarte por completo, mejor elige bien con quién estar.
Porque incluso entre luces, villancicos y promesas de felicidad, el corazón también tiene derecho a doler. Y eso, aunque no lo parezca, también es parte de la Navidad.

Publicado por

Jose Villalobos

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