La estrella emergente atlantense del R&B y el neo-soul, Aliza Li, se ha revelado, abriendo sin miedo su corazón, mente y alma al mundo. Como una dedicada «superfan» de la música que aprecia el poder atemporal de la composición sonora, siempre ha encontrado consuelo en la música. En tiempos difíciles, recurrió a la composición como una vía terapéutica, una forma de mantenerse a flote y luchar contra la oscuridad que la acechaba. Pero no fue hasta que se mudó a Atlanta hace siete años que se sintió inspirada a crear música con un propósito mayor.

Con una voz exuberante y soñadora y una instrumentación precisa y conmovedora, Aliza canaliza su introspección natural en melodías catárticas, sumergiendo a los oyentes en historias y sentimientos íntimos que todos identifican. Sin embargo, su pasión es el crecimiento personal, algo fácilmente reconocible en su arte en constante evolución: cada nuevo lanzamiento es más honesto, más seguro y más conmovedor que el anterior. Sus canciones son como una mano reconfortante en el hombro, resonando profundamente en nuestro interior porque ella realmente ha estado ahí, en las profundidades del dolor y en las cimas del triunfo. Como una nueva y audaz voz que explora los altibajos del autodescubrimiento sin restricciones, Aliza Li expresa con valentía su verdad, sembrando semillas de esperanza y consuelo en quienes más lo necesitan.

Healing is something everyone longs for—yet, as humans, one often struggle to move forward when obstacles loom. Aliza knows this struggle well—but now, she’s no longer afraid to dive into her vulnerabilities. «Healing» is a melodic masterpiece that speaks to resilience, renewal, and the universal desire for growth—rooted in her own personal battles with anxiety. Levitating over fuzzy basslines and cavernous harmonies, her voice is as soothing as ever, yet laced with the palpable panic and heartbreak of someone slipping into darkness, desperately trying to find a way out. With impressive nuance, she illuminates the beauty and complexity of emotional recovery—understanding it’s typically easier said than done. In her own words, «Healing is ugly…but you gotta come back at a certain point.» In a world overwhelmed by uncertainty and strife, she’s a breath of fresh air—an artist in listeners’ corner, cheering them on as they navigate one stumbling block at a time.

El entusiasmo de Aliza por las películas de terror brilla con luz propia en el inquietante y espeluznante escenario del videoclip de «Healing». Deambulando de habitación en habitación, su dolor se refleja en su rostro mientras huye desesperadamente de los monstruos que la acechan, sin saber qué hacer. Pero estos monstruos son más escurridizos que los fantasmas o vampiros habituales. Bailarines vestidos de blanco la siguen de cerca, personificando la naturaleza asfixiante e indomable de la ansiedad. Sin embargo, a medida que avanza la escena, un matiz de esperanza se enciende y se fortalece. Todo culmina en la escena final, cuando deja de correr para dejarlo todo sobre la mesa, sentándose a afrontar su ansiedad en lugar de luchar contra ella. Juntos, hablan, respiran, sonríen y, lo más importante, celebran, recordando a los espectadores que la ansiedad y otras luchas similares siguen formando parte de su identidad. Partiendo de su experiencia real, anima a los que sufren a aceptar su verdad, porque cuando uno abre la puerta a la autoaceptación (incluidos los éxitos y las luchas), no hay límites para lo que uno puede lograr.